El secretario regional del PSOE, Emiliano García-Page asegura que “en Castilla-La Mancha tenemos pendiente un Pacto para concretar cuál es nuestra demanda de agua y los límites que no podemos olvidar”

El secretario regional del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha pedido hoy a María Dolores de Cospedal y al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, (que se han reunido en Toledo sin luego comparecer públicamente), “transparencia, sobre todo si en esa reunión se va a hablar de agua. Y se tiene que dejar muy claro que en Castilla-La Mancha tenemos pendiente un acuerdo para definir cuáles son los límites, cuáles son las fronteras que no podemos olvidar”.

García-Page se pronunciaba de esta manera esta mañana en Toledo, a preguntas de de los medios de comunicación, y verbalizaba, además, otra exigencia Cospedal y Cañete, que está muy relacionada con esos límites en el río Tajo y su repercusión en futuro e hipotético pacto nacional sobre el agua: “Les pido públicamente que vuelvan a hacer oficial, que vuelvan a publicar en la página web del Ministerio y de la Junta las documentos y las conclusiones a las que han llegado los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Tajo que tenemos publicados en la página web del Ayuntamiento de Toledo. Porque los técnicos de la Confederación hacen una radiografía que dice que el Tajo está muy grave, que tiene problemas muy serios”.

Se refería el líder socialista a lo que se señala en el Esquema de Temas Importantes (ETI), aprobado ya en el marco de la elaboración del nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Tajo, en el que se apunta la necesidad de establecer nuevos caudales ecológicos en el río, una reserva estratégica en los pantanos de cabecera de Entrepeñas y Buendía para garantizar el abastecimiento de Castilla-La Mancha y Madrid y, como consecuencia de las dos consideraciones anteriores, la imperiosa urgencia de replantearse si hay agua excedentaria para trasvasar al Levante.

García-Page insistía en que debe haber un acuerdo nacional sobre el agua, pero eso mismo exige un pacto previo en Castilla-La Mancha “para determinar cuáles son nuestras demandas, como ya se ha hecho en Aragón, en Valencia o en Murcia”.

Y aclaraba que, en ese futuro nuevo Plan Hidrológico Nacional, “o vamos todos a una, o vamos todos a ninguna. No puede ser que toda la presión de la política hidrológica nacional siga recayendo sobre un solo río, el Tajo”.

Finalizaba García-Page asegurando que, en esa futura negociación, “entre los intereses que pueda tener el ministro de turno y los intereses de Castilla-La Mancha, yo lo tengo muy claro y ya he tomado partido. Aunque eso me cueste un disgusto con algún territorio”.