La reforma estatutaria castellano-manchega se debatirá el próximo martes en el Congreso de los Diputados
El diputado socialista por Albacete rechazó los argumentos de "austeridad" que defienden los 'populares'

En nombre de los diputados regionales, Belinchón aseguró que la reforma es fruto del "acorralamiento" de Cospedal

«A Cospedal le importa el dedo, piensa que esto es un cortijo y que puede hacer lo que quiera, no piensa en los ciudadanos salvo en uno: Bárcenas». Esta declaración le sirvió al diputado por Albacete en el Congreso, Manuel González, para mostrar el rechazo de los socialistas a la reforma estatutaria impulsada por Cospedal encaminada exclusivamente a reducir el número de diputados «cuando lo que podía hacer es reformas estatutarias en educación o dependencia».

Acompañado por dos de los diputados en las Cortes de Castilla-La Mancha por Albacete, Modesto Belinchón y Pilar Cañabate, González Ramos denunció el «pucherazo electoral» que pretende acometer la presidenta Cospedal con la reforma del Estatuto de Autonomía, que será debatida en el Congreso de los Diputados durante la tarde del próximo martes. El diputado en las Cortes Generales rechazó los argumentos esgrimidos por los ‘populares’ en la defensa de la misma «porque las mentiras tienen las patas muy cortas, tanto en los criterios de austeridad como en supuestas encuestas».

Ramos recordó que Cospedal se comprometió en su toma de posesión como presidenta en 2011 a reformar el número de diputados «con el consenso con fuerzas políticas y agentes sociales», aunque sólo unos pocos meses después acometió «sin consenso alguno» la primera reforma para aumentar en cuatro el número de representantes en la Cámara castellano-manchega. Otra «incongruencia» llegó cuando más tarde abordó una reforma estatutaria encaminada, ahora, a reducir el número a la mitad. «Pretende justificarlo con el argumento de ahorro cuando los diputados no cobran», expuso Ramos, para quien «se trata en realidad de una penalización para los ciudadanos porque muchos de sus votos no valdrán para nada».

El diputado nacional lamentó también el hecho de que sea la primera reforma estatutaria que llegue a la Cámara parlamentaria nacional de forma unilateral «y sin consenso» y cifró la media de habitantes por diputado en otros parlamentos autonómicos en 15.000 ó 20.000, cuando en la actualidad está en 43.000. Con la reforma propuesta por Cospedal un diputado representará en torno a 70.000 ciudadanos y el número de diputados en las Cortes de Castilla-La Mancha será similar al número de concejales en el Ayuntamiento de Albacete. «¿Es ésa la representación democrática de esta tierra?», se preguntó Ramos, para quien estas cifras dejan claro que se trata «de un ataque ilegítimo a la democracia participativa».

En la misma línea se manifestó el diputado Modesto Belinchón, que criticó la postura mantenida por Cospedal «porque se piensa que Castilla-La Mancha es su cigarral», con una actitud, subrayó, cargada «de soberbia y despotismo». «Se está fabricando una comunidad autónoma a la carta pero lo que no sabe es que los ciudadanos no le van a dar la razón», añadió el socialista, quien afirmó que esta reforma es fruto de que «Cospedal está acorralada porque no puede salir a la calle».