Barreda asegura que el primer asunto de esta nueva agenda son las políticas activas de empleo. Señaló que el estado de ánimo que ahora se vive entre los socialistas no tiene nada que ver con el que había hace relativamente poco tiempo “y hay un deseo inequívoco de pasar a la ofensiva política, poniendo en primer lugar las políticas sociales porque son nuestra seña de identidad”

El coordinador del Consejo Territorial del PSOE y Presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha señalado hoy que el Gobierno y el Partido Socialista quieren iniciar “una verdadera ofensiva en las políticas sociales con una agenda nueva y potente, y el primer asunto de esa nueva agenda son las Políticas Activas de Empleo”, que han ocupado de manera monográfica la reunión que han mantenido hoy los dirigentes socialistas.

Barreda, que compareció en rueda de prensa junto a secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, aseguró que la reforma de las Políticas Activas de Empleo que plantea el Gobierno es una reforma “crucial”, “urgente” e “inaplazable”, ya que con ella “se sitúa a las personas desempleadas en el corazón de la agenda política y social”.

“Nos conmueve las personas que no tienen trabajo y tenemos que hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para ayudarlas de manera eficaz para que puedan superar cuanto antes esta situación”, aseguró.

El Coordinador del Consejo Territorial explicó que las “tres grandes claves” de la reforma de las Políticas Activas de Empleo pasan por “conjugar mejor la competencia normativa del Estado con la competencia de ejecución de las CCAA; conjugar mejor lo público y lo privado en la intermediación en el mercado de trabajo y, por último, conjugar el desarrollo de acciones a corto y medio plazo para mejorar la atención, en cantidad y calidad, de las personas durante al situación de desempleo”, con el objetivo de organizar un servicio que atienda de manera directa y personalizada a quienes lo necesiten.

Esfuerzo de pacto y entendimiento

Barreda destacó que va a ser necesario un esfuerzo de pacto y entendimiento entre el Gobierno de España y el de las distintas comunidades autónomas, ya que las competencias normativas sobre estas políticas corresponden al Ejecutivo central y las competencias de ejecución corresponden a las CCAA. En este sentido, añadió que ahora “se va ver la responsabilidad de unos y de otros; quiénes están preocupados verdaderamente por el interés general y quiénes están por otra cosa”.

Asimismo, anunció que el camino a seguir a partir de ahora es buscar el diálogo con los agentes sociales y hablar con todas las CCAA. El objetivo es llegar a la celebración de una Conferencia Sectorial, y finalmente que el Gobierno aprobe un decreto ley, que recogerá todo lo que se disponga en el conjunto de la reforma, que previamente se haya dialogado y pactado.

Indicó que no se está planteando un incremento del gasto ni tampoco una reducción del dinero destinado a las políticas activas de empleo, sino su utilización de manera más eficiente. Y puso como ejemplo la necesidad destinar más recursos a la formación en los denominados nuevos yacimientos de empleo (sanidad, dependencia, energías renovables, ecología, nuevas tecnologías o investigación) que en la construcción.

Además de la reforma de las políticas activas de empleo, José María Barreda también anunció que el Gobierno de España tiene en su agenda otras prioridades como políticas en relación con los autónomos y la Economía Social, o las políticas de conciliación, ya que es habitual que en épocas de crisis las mujeres “paguen las facturas más elevadas”.

Tensión competitiva y buen estado de ánimo

Por último, Barreda también explicó que la reunión del Consejo Territorial ha servido como “constatación positiva de la cohesión, de la unidad y de las ganas de hacer política” que hay en el PSOE.

Así, explicó que la decisión de Zapatero de cambiar el Gobierno e introducir modificaciones en el Partido “ha sido suficiente para animar al conjunto de la militancia y, por tanto, para estar en mejores condiciones a la hora de afrontar los retos que tenemos: primero, las elecciones municipales y autonómicas y, después, las elecciones generales”. Y para ello, señaló, “debemos mantener la tensión competitiva siempre”.

Explicó que una gran parte de la opinión pública “ha entendido que estamos dispuestos a jugar el partido con todas sus consecuencias e ir a ganar”. Aseveró que el estado de ánimo que ahora se vive entre los socialistas no tiene nada que ver con el que había hace relativamente poco tiempo “y hay un deseo inequívoco de pasar a la ofensiva política, poniendo en primer lugar las políticas sociales porque son nuestra seña de identidad”.