El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda agradeció a la sociedad regional el apoyo prestado para conseguir el acuerdo del Agua con el Ministerio de Medio Ambiente, y aseguró que “este respaldo lo seguiremos necesitando en el futuro, para hacer posible que lleguen otros acuerdos y para superar los grandes retos que se plantean ante nosotros, en los que sólo tendremos éxito si comprendemos, como lo hemos hecho ahora, que la fuerza de cada uno de los pueblos, municipios y provincias que conforman Castilla-La Mancha depende de la fuerza que tenga la Comunidad Autónoma”.

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, agradeció a la sociedad de la Región su “unidad, apoyo y empuje” para que las reivindicaciones hídricas de Castilla-La Mancha finalmente se vieran reflejadas en el acuerdo que el presidente Barreda rubricó con la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Para cerrar este acuerdo, argumentó Barreda, “la fuerza y la energía que nacen de la unión de la sociedad de Castilla-La Mancha fue imprescindible”.

El presidente regional aseveró que para que fructifiquen negociaciones con el Gobierno de España, en las que se mezclan los conflictos e intereses de varios territorios, “el poder de negociación, la influencia política y la capacidad de convicción son importantes, pero que detrás de un presidente se encuentre una sociedad, un pueblo y toda una Comunidad Autónoma resulta decisivo y determinante”.

Este último aspecto, según subrayó Barreda, fue el factor determinante para que, por primera vez en su historia, las necesidades hídricas de Castilla-La Mancha hayan sido contempladas. En este sentido, significó que “cuando un Gobierno gobierna en coalición con su sociedad y es evidente que cuenta con su respaldo, a su interlocutor en una negociación no le queda más remedio que tomarle en consideración”.

José María Barreda realizó estas declaraciones ante unas 400 personas que se dieron cita en la sede del Gobierno de Castilla-La Mancha, el Palacio de Fuensalida, en un acto que el presidente describió como “simbólico para agradecer a la sociedad su apoyo y compromiso, pues entre el público os encontráis muchos alcaldes y representantes de colectivos sociales regionales”.

El jefe del Ejecutivo regional argumentó para calificar el acuerdo como “histórico” que, ahora sí, la voz de Castilla-La Mancha se escucha sin desconsideraciones en la planificación hidrológica nacional y también, por primera vez, tendrá prioridad, de hecho y no sólo de derecho, sobre las aguas superficiales que transcurren por su geografía.

En este ámbito, según precisó Barreda, “hasta la fecha se reconocía la prioridad de Castilla-La Mancha como cuenca cedente, pero ocurría como con las Leyes de Indias, que se promulgaban pero no se cumplían”.

Seis enmiendas que conducen a un punto de inflexión

Esta situación, según el presidente Barreda, ha cambiado y además se ha materializado con rango de ley, a través de seis enmiendas introducidas por el Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes Generales, que, reconoció, “tampoco se habrían incorporado al Plan Hidrológico Nacional, como al final así ha ocurrido, de no ser por el respaldo y apoyo mayoritario de la sociedad castellano-manchega”.

El presidente de Castilla-La Mancha confirió además un especial valor a la enmienda que establece la prioridad de la Región sobre el uso de sus aguas superficiales y que el agua trasvasada sólo llegará a otras latitudes siempre y cuando no se precise en Castilla-La Mancha.

Esto, según Barreda, “conducirá a que paulatinamente, conforme en Murcia y en Levante se vayan desarrollando alternativas al acueducto Tajo-Segura, el caudal de agua trasvasada desde la Comunidad Autónoma se vaya reduciendo en función de sus necesidades hídricas”.

Esta coyuntura permite al presidente regional afirmar que si bien el “trasvase Tajo-Segura no tiene los días contados, sí los años, tal y como afirmé ante el presidente de Murcia hace un mes, algo que él comprendió, reconociendo la prioridad de Castilla-La Mancha como cuenca cedente”.

Este contexto ha posibilitado que, a partir de ahora, “la opinión de Castilla-La Mancha cuente y mucho en lo que se refiere a la planificación hidrológica”, un aspecto que José María Barreda definió como “un punto de inflexión y un nuevo impulso para la Región”.

Lo que implica este acuerdo para la Región es más de 55 actuaciones en infraestructuras con una inversión de 2.000 millones de euros con las que se garantizan las necesidades hídricas de Castilla-La Mancha. También se refirió al caso de la Tubería a la Llanura Manchega, una obra que se proyectó hace diez años pero que no se adjudicó hasta hace un mes, auspiciada por el acuerdo del presidente Barreda con Narbona.

Esta infraestructura, recordó Barreda, se une a otras actuaciones que ya han comenzado a materializarse como son la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Toledo o la conexión Alcorno-Beleña, en Guadalajara.

En opinión de Barreda, el acuerdo alcanzado con Medio Ambiente es sólo el primer paso. El siguiente, consistirá en dotar a Castilla-La Mancha con un mayor poder de decisión en los órganos de gestión del agua.

El presidente de Castilla-La Mancha concluyó su intervención reiterando su agradecimiento a la sociedad regional por el apoyo prestado y asegurando que “este respaldo lo seguiremos necesitando en el futuro, para hacer posible que lleguen otros acuerdos y para superar los grandes retos que se plantean ante nosotros, en los que sólo tendremos éxito si comprendemos, como lo hemos hecho ahora, que la fuerza de cada uno de los pueblos, municipios y provincias q?!IdEntradaue conforman Castilla-La Mancha depende de la fuerza que tenga la Comunidad Autónoma”.