«Prefiero el consenso, pero haremos muy pocas cosas del agrado del PP»
«Prefiero el consenso, pero haremos muy pocas cosas del agrado del PP»
«Prefiero el consenso, pero haremos muy pocas cosas del agrado del PP»
Nemesio de Lara, presidente de la Diputación de Ciudad Real, en una entrevista concedida al diario «La Tribuna de Ciudad» se pronuncia sobre su nuevo mandato al frente de esta institución provincial.
A qué dedica los primeros días de este nuevo cuatrienio al frente de la Diputación?
A reordenar la Diputación. Puede parecer que esto es sencillo y que todo sigue igual pero no, cambian las estrategias administrativas, se organiza todo de otra manera, las vicepresidencias en algunos casos tienen otras denominaciones y encomiendas, hay que reacoplar al personal, las secretarías de cada área… Es un trabajo puramente rutinario, burocrático y pesado. Prefiero el trabajo político puro más que el administrativo.Pero el martes (en el pleno de mañana) empezamos a rodar efectivamente porque se aprobará toda la organización de la Diputación.
Afronta ya su cuarto mandato, ¿cambia la rutina con respecto a anteriores inicios?
Siempre se cambia, pero eso forma parte también de mi manera personal de ser. No soy de los que se estabilizan para que todo siga igual, o que todo cambie para que nada cambie… No, que todo cambie para que todo cambie. Por supuesto hay programas en la Diputación que sería estúpido cambiar, como las ferias Fenavin o España Original, plan de empleo, programas sociales, ayuda a la cooperación internacional al desarrollo… Sería estúpido cambiar por cambiar. ¿En qué lo haremos? Seguiremos trabajando en políticas de austeridad de manera muy autoexigente. Es difícil ser más austero porque somos la Diputación menos endeudada de España, según el propio Ministerio de Economía de Hacienda. Ha habido por tanto austeridad sin que se haya perjudicado los programas con los ayuntamientos, fundamentalmente. Quiero gravitar mucho sobre el empleo, es la lacra que estamos sufriendo como consecuencia de la crisis. Queremos mejorar y reformar un plan de empleo que ya es sustancial, tenemos ocho millones destinados a empleo en este año 2011; queremos mejorar las políticas sociales, repasar las infraestructuras que dependen de nosotros… Me preocupa más el empleo, la gente que está parada, aunque se perjudiquen un poquito las infraestructuras.
La pérdida de ingresos procedentes de la construcción es uno de los mayores problemas de los ayuntamientos en estos años de crisis, salvo para los consistorios pequeños, que en general no basan buena parte de su presupuesto en esta materia. Aun así, usted ve a estos últimos como los más castigados de la provincia por la situación económica…
Llegan menos recursos a todos los ayuntamientos, pero uno grande tiene más capacidad recaudatoria, evidentemente. Puede alterar unas décimas lo que recauda por impuestos de bienes inmuebles y puede jugar, tiene más capacidad de movimiento, los pequeños no. Los ayuntamientos grandes tienen en sus plantillas técnicos potentes a quienes pueden pagar, técnicos superiores, y los pequeños no. Puede contratarlos si tienen recursos en un momento determinado y puntual, pero si no los tienen y necesitan un arquitecto o un ingeniero para que les redacten un proyecto y lleven su dirección técnica tienen que recurrir a la Diputación. Si un camino rural llega a una ciudad como Ciudad Real, Puertollano, Valdepeñas, Alcázar o Tomelloso, por ejemplo, y ese camino termina en un pueblecito de 500 habitantes, la mitad del camino que le corresponde al pueblo pequeño cuesta lo mismo que la otra mitad, pero le es más oneroso al pequeño.
En su discurso de investidura habló de incidir en políticas de austeridad comenzando por la propia Diputación, ¿dónde queda margen para ello?
Pues la verdad es que queda poco, porque aquí sí hemos sido austeros. Sé que suena un poco pedante, pero no hay ninguna Diputación en España que deba cero euros a los bancos.
Un crítico dirá que quizá sea porque se hace poco.
No hay diputaciones en España que hayan ideado más programas nuevos y ayuntamientos en otras provincias mejor atendidos que los de Ciudad Real. Sonará petulante y vanidoso, pero es así. Sencillamente porque hemos reducido de manera significativa los capítulos 1 y sobre todo el 2 (de gastos de personal y de adquisición de bienes corrientes y servicios, respectivamente). Porque no hemos ampliado las plantillas, sino que las hemos reducido ligeramente. Y porque además pagamos muy rápidamente, algo que también tiene que ver con la austeridad aunque no lo parezca. ¿Por qué esto es así? Pues porque el contratista, el proveedor, sabe que en esta Diputación va a cobrar en 15 días o en dos meses como muy tarde, y gracias a eso no va a tener que aplicar costes financieros a la deuda con la Administración. Por eso nos hacen bajas del 40 ó 45% (sobre el precio de licitación). La media de bajas en carreteras está en el 37,5%, por ejemplo. Es decir, que si un ingeniero de la Diputación presupuesta en seis millones de euros el proyecto de una carretera y los contratistas que acuden te rebajan un 40%, nos estamos ahorrando 2,4 millones de euros. Nos ha costado mucho trabajo, pero al final hemos conseguido en esto una imagen potente, y a nuestras convocatorias, a nuestras licitaciones, acuden muchísimas empresas con buenas bajas que no son temerarias, sino reales, simplemente porque saben que van a cobrar antes que en cualquier otra administración. Si estamos escuchando que en Valencia o Murcia se paga a más de mil días y aquí como muy tarde a 60 días, es normal que allí ofrezcan un precio mucho más alto que aquí.
También en su discurso habló de «ajustar» las aportaciones a otras entidades, fundaciones, denominaciones de origen e indicaciones protegidas, Cámara de Comercio, CEOE-Cepyme…
En relación a esto, a la hora de ajustar el dinero, me preocupa menos la crisis que estamos viviendo que la contrapartida: es decir, si yo por ejemplo te pago a ti un dinero por una feria me tendrás que demostrar que es operativa, que interesa a la provincia, que crea riqueza, que crea empleo… esto lo pongo como ejemplo. Por tanto lo que haremos es poner la lupa con mucha más exigencia a la hora de aportar un recurso que no es nuestro, que es público, aportado por todos los contribuyentes. Entonces se trata de estar no solo a la espera de que nos ofrezcan una alternativa a la que decir sí sin tener que revisarla, sino que trabajaremos más en la contraparte, en la parte que firma el convenio con nosotros, para que nosotros también suscitemos ideas que sean más rentables para los intereses ciudadanos.
Respecto a las aportaciones de la Diputación a los consorcios de Emergencia y RSU, poco recorrido podrá tener el «profundo debate» que pretende cuando el PP ya ha mostrado su rechazo a su planteamiento inicial…
Haremos muy pocas cosas que sean del agrado del PP. Es la única provincia de España donde el Partido Socialista ha ganado las elecciones autonómicas, y es una de las seis provincias donde hemos conseguido la Diputación. Por tanto es normal que haya un desacomodo, un cierto pesar en el PP provincial de que aquí no han logrado lo que en otros lares.
Desearía que hubiera una exposición de consenso, entendimiento, normalidad, diálogo… pero por las declaraciones que ya ha habido antes incluso de constituirnos en Diputación Provincial, me da la impresión de que van a adoptar posturas de crispación, o al menos de oposición profunda, a lo que haga el Partido Socialista. Hay una frase que dice que los malos políticos piensan en las próximas elecciones y los buenos en las próximas generaciones. Yo estoy absolutamente satisfecho con el funcionamiento de los consorcios de Emergencia y RSU, hay buenos profesionales en uno y otro, pero es verdad que cuando en los presupuestos de todos los consorcios hay problemas económicos siempre se acude a mamá Diputación. Si perjudicamos nuestros presupuestos por financiar más a estos dos consorcios y los ayuntamientos nos siguen pidiendo dinero para arreglar calles o poner alumbrado público… Esto son habas contadas, o atendemos a unos o a otros.
Quiero que los consorcios sean viables dentro de 20 años, que puedan seguir funcionando con la regularidad e inteligencia con que vienen funcionando ahora mismo. Quiero garantizar la seguridad de los trabajadores de Emergencia y de RSU. Cuando entré a gobernar, Emergencia estaba prácticamente quebrada, si hubiera sido en 1999 una empresa habría sido una empresa quebrada, y la reflotamos. No quiero que vuelva a ocurrir eso más, gobierne aquí en el futuro Nemesio de Lara o Pepito Pérez. Pretendo que nos sentemos, que hablemos de la viabilidad a 30 ó 40 años, viendo cómo tiene que sacrificarse la Diputación, cómo tienen que aportar recursos los ayuntamientos consorciados, y cómo tendrían que establecer sus tarifas presentes y futuras los ayuntamientos para que el ciudadano que se aprovecha del servicio de recogida de basuras se siga aprovechando, y el ciudadano que quiere verse protegido cuando haya un incendio también sepa que tiene que contribuir con sus impuestos. Tiene que haber viabilidad económica para siempre en estos dos consorcios, que no nos veamos sometidos y cuando haya un problema de déficit tenga que ser la Diputación la que más aporte. Porque si quitamos de un lado, tendremos que desaprovechar otro tipo de actuaciones con los ayuntamientos.
En cuanto al nuevo organigrama de la Diputación, si tan imprescindible fue el papel de Ángel Amador durante el mandato pasado como vicepresidente económico, ¿por qué no ha figurado en una lista electoral para que entrara en la Diputación sin tener que crear un nuevo cargo como coordinador de asuntos económicos?
Esta va a ser la respuesta más escueta que te voy a dar en toda la entrevista: probablemente lleves razón, yo no decido las listas.
