El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha y alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, hace un repaso de diferentes temas de actualidad en una entrevista concedida al diario La Tribuna

Hace más de tres meses que fue elegido secretario regional del PSOE. ¿Cómo hace para compaginar la Alcaldía, la Secretaría y su cargo de vocal en la Ejecutiva Federal?

Nada especial. Llevo toda la vida con responsabilidad compartida entre instituciones y el propio partido. He dejado la Secretaría provincial en Toledo, que probablemente en términos de tiempo me ocupaba casi lo mismo. Estoy muy acostumbrado a echarle más de dos veces y media a lo que dice el Estatuto de los trabajadores.

¿Ha tenido que recomponer el partido?

Yo no soy un recién llegado, de manera que prácticamente a todo el mundo lo conozco desde hace ya muchos años y conozco muy bien la región. La he dado mil vueltas y conozco también bastante bien la estructura orgánica del partido. No es nada ajeno, al contrario estoy simple y llanamente marcando una nueva etapa con un estilo propio que es el mío. Quizás es más bien al revés, mucha gente que está desde hace mucho tiempo trabajando en un determinado modelo o estilo pues que se adapte al mío. Pero bueno, somos facilones y soy facilón en eso.

Pero en el proceso de renovación del partido a nivel provincial sí se han presentado varios candidatos en algunas de las provincias…

Ha habido cambio en todas. El PSOE está administrando mucho mejor de lo que podíamos imaginar el proceso de digestión después de la derrota y después de veintiocho años gobernando en Castilla-La Mancha. Todo el mundo pronosticaba un apocalipsis al PSOE y sin embargo yo creo que se ha puesto de pie con mucha rapidez, se ha levantado enseguida y encuentro a la gente muy, muy, muy orientada, muy sensata y muy, muy, muy ilusionada.

Cumplido el primer año de gobierno de Cospedal. ¿Cuál es su balance? ¿Sólo ha estado marcado por los recortes?
Yo creo que es muy mal año para Castilla-La Mancha. Lo que andaba mal se ha empeorado mucho y lo que andaba bien se ha estropeado. Sinceramente creo que Castilla-La Mancha le importa muy poco al Gobierno y a la presidenta. Le importa mucho más el qué dirán en Madrid en su partido.

¿Pero lo podría haber hecho de otra manera?

Sin duda de ningún tipo. Por lo pronto lo que creo que hay es poco gobierno y poco compromiso con Castilla-La Mancha. La mayoría de los altos cargos no son ni de aquí, no se comprometen con esta región. La única manera de frenar los recortes es recortar a Cospedal.

¿Teme más recortes?

Yo creo que hay un desmantelamiento, recortes es una palabra demasiado sencilla e incluso bienintencionada. Creo que estamos en medio de un desmantelamiento del hecho autonómico, de la moral autonómica y por supuesto del estado del bienestar que hemos construido entre todos y con mucho esfuerzo en estos treinta años. Aquí solo hay un monotema que es la herencia recibida, que se olvida cuando aparecen 4.000 millones de euros en los cajones de Madrid o de Valencia o cuando se habla del agujero de Bankia que es tres veces y media el presupuesto de la autonomía.

Creo que hay una enorme hipocresía y este ha sido un año de permanente mentira. El Gobierno está haciendo todo lo contrario de lo que ha prometido, exactamente todo. Y es muy difícil pensar que no sabían cómo estaban las cosas porque eso les convierte en demasiado ignorantes. Lo sabía toda España y los votantes porque por eso ha cambiado.

¿Cree que si pudieran devolverían las competencias o echarían el cierre a esta región?

Yo creo que no tienen pasión por esta región. Cospedal gobierna Castilla-La Mancha como le podía haber tocado en suerte Castilla y León, La Rioja o Aragón. No siente pasión por la tierra. Creo que se encuentra atrapada aquí porque le gustaría estar donde Soraya (Saénz de Santamaría) y a estas alturas se nota muchísimo que tienen muy poco interés por la región. La gente no se siente gobernada. La mayoría de la gente está descontando los tres años que quedan y lo que te comenta todo el mundo es que hay un enorme arrepentimiento por el voto producido. La verdad sea dicha, es así en un solo año. Esto tiene que ver con las precisiones de fondo y tiene mucho que ver con la actitud. Creo que el Gobierno de lo que más gala hace es de soberbia. Primero recortaría la soberbia del Gobierno y luego la sanidad.

¿No nota que hay demasiada crispación teniendo en cuenta la que está cayendo?

Teniendo en consideración que desde que he tomado posesión pedí una entrevista y aunque me la dieron, después de muchas semanas de espera entretanto me habían caído más de cuarenta o cuarenta y cinco insultos, vamos ya por dos querellas y amenazan con otras diez o doce querellas más. Teniendo en cuenta que desde entonces asistimos a bufonadas como puede ser enseñar naves que llevan un año esperando enseñar con libros, o volver a pasear el coche oficial del anterior presidente; sinceramente sobran sainetes en este Gobierno que evidentemente tiende no solo a crispar. Cada vez que habla Tirado sube mil millones la deuda. Francamente es increíble, no sé que hemos hecho para merecernos esto.

Le acusan de estar detrás de las manifestaciones…

¿De qué manifestaciones?

De las manifestaciones contra el Gobierno por los recortes.

Bueno, me acusan de todo. Este Gobierno le echa la culpa a todo el mundo menos asumir su propia responsabilidad. Dijeron que iban a mantener la sanidad, la educación, las prestaciones sociales, los planes de empleo… hay mucha mentira detrás. Yo creo que este Gobierno ha perdido más crédito que Bankia en un año.

¿Está roto el diálogo con la presidenta?

Por mi parte no. No se trata de hacerse fotos, se trata de saber lo que se quiere y saber incluso, simplemente.

¿Siente que ignoró los cinco acuerdos que le presentó en la entrevista que mantuvo con ella?

Tengo dudas de que se haya leído el documento que le dejé, sí.

Y sobre el pacto que ella le propuso. En todo pacto hay cesiones pero en este caso parece que lo único que le ofrece al PSOE es que se sume a los presupuestos regionales.

No me propuso ningún pacto. Me anunció que después de seis meses iba a presentar un presupuesto, que lo discutiéramos; claro, pero es que eso es de cajón, hay que discutirlo en el Parlamento. Esperaba sinceramente que pudiéramos habernos sentado a hablar del presupuesto antes de aprobarlo el Gobierno porque una vez aprobado por el Gobierno es como un torito que va directo al matadero, no tiene sentido ninguno. A estas alturas somos muy mayores ya como para que nos tomen el pelo.

El secretario general del PP, Vicente Tirado, decía hace unos días que el PSOE está inhabilitado «políticamente» para enmendar los presupuestos porque son los culpables de la situación económica de la región. ¿Qué le respondería?

Bueno, y también seremos los culpables del agujero de Bankia, de los 4.000 millones de euros que han aparecido en Madrid, en Valencia o en Castilla y León. Seremos los culpables de que a Merkel no le guste bailar el chotis con Rajoy. Francamente, lo que es verdaderamente increíble es que quien es presidente de las Cortes se dedique todo el día a darle golpes a la oposición, esto sí que es una cosa increíble.

De aprobarse los presupuestos tal y como los ha planteado el PP, ¿qué futuro le augura a la región a corto plazo?

Cospedal no ha planteado unos presupuestos, ha planteado una quiebra concursal prácticamente. Lo que plantea es la solución de cerrar la ventanilla y fuera, liquidar. No es verdad que sea la única posibilidad o el único camino. Ha renunciado a discutir con el Gobierno de España un mayor margen y un calendario distinto para aplicar el déficit. Resulta que a las autonomías el Estado les exige tres veces más cinturón que al propio Estado, por una sola razón: porque de esa manera asfixian la educación y la sanidad que la tienen las autonomías. El Estado acaba de subir el IRPF y vamos a pagar los españoles mucho más IRPF, pero solo lo ha subido en el tramo que recauda y se queda el Estado, no las autonomías. Hay una premeditada intención de asfixiar a las autonomías, porque detrás de eso está la liquidación de los dos grandes bloques de gasto social, que son la sanidad y la educación. Recortar en el Estado significa recortar en Defensa, en el Servicio Diplomático, en algunas infraestructuras importantes; pero recortar en las autonomías significa atacar de raíz la sanidad, la educación y las prestaciones sociales.

¿Cuál es su posición en relación a la colaboración público-privada?

En España desde que empezó la democracia se ha evolucionado mucho en las fórmulas de gestión de los servicios públicos, pero algunos cuando hablan de público-privada quieren decir que lo público pague las deudas, que nacionalicemos las deudas como con Bankia, y otros se apropien y hagan negocio con los servicios. El problema es que cuando algunos hablen de lo público-privado ya tienen claro lo privado.

O sea, que cree que el fin último del PP es privatizar todo…

Apropiárselo desde un punto de vista conceptual. Es decir, hay muchísimos servicios que desde hace tiempo se hacen con la colaboración y la concesión privada. En la época de Franco las carreteras las hacían los peones camineros, ahora las hacen empresas y eso no tiene discusión ninguna. En Toledo el transporte es público y sin embargo la concesión es de una empresa privada. Yo creo que no existe ese debate de fondo, el problema es cuando una radiografía depende del criterio de un empresario y no del médico; ese es el problema. Hay cosas en las que se pueden aplicar fórmulas de gestión mucho más flexibles pero hay servicios que requieren que no se mida todo al amparo o con el prisma estrictamente económico porque entonces puede ganar el gerente pero dejará de ganar el paciente.

¿Qué le pareció el discurso de Cospedal el 31 de mayo en lo referente al gasto social, esa argumentación de que por mucho gasto social que haya las cosas no tienen que ir a mejor, poniendo de ejemplo el fracaso escolar?

Le debió gustar mucho a los especuladores financieros saber que los usureros financieros hacen con nosotros lo que quieren y que sin embargo haya políticos que se encarguen de convertir a las víctimas de la crisis, como por ejemplo la educación o la sanidad, en los culpables. Salí muy preocupado de ese discurso.

¿Por dónde dirigiría usted los recortes o ajustes?

Es que más que plantear recortes hay que plantear un escenario económico con una perspectiva temporal entre cinco y diez años. Lo que no puedes es aplicarte una dieta de no comer durante dos años y pensar que vas a sobrevivir.

Lamentablemente Cospedal está aplicando sus creencias ideológicas a la salida de la crisis y esto lo convierte en un acelerador del desmantelamiento. Yo no digo que no haya problemas, no digo que no haya que controlar y estábamos dispuestos a pactar un aplazamiento de inversiones incluso en sanidad o en educación, estar con un calendario diferente en los grandes gastos o plantear optimización del gasto sanitario y educativo de una manera o de otra. Estábamos abiertos a discutirlo, pero aquí no se plantea sino que simplemente se está dinamitando el modelo para terminar privatizándolo. A estas alturas este trimestre la comunidad autónoma ha ingresado 1.300 millones de euros y sin embargo ha pagado la mitad, sólo para decir en Madrid que le salen las cuentas.

Por tanto, los datos de déficit que se están planteando son datos absolutamente maquillados, que esconden una realidad maquillada y ya llevan un año. Por eso es curioso pero nadie del Gobierno ha salido a valorar los datos de déficit, lo ha hecho el partido, el presidente de las Cortes, el delegado del Gobierno; todos menos el Gobierno de Castilla-La Mancha porque saben que los datos que se están planteando ahora son de una ficción extraordinaria, a costa de no pagar. Yo como alcalde, por ejemplo, y como yo muchos desde el 1 de enero no he cobrado absolutamente nada de la comunidad autónoma.

Por tanto, vamos a pagar muchos intereses para pagar a los proveedores que pagaríamos en condiciones normales si la Junta nos pagara y sin embargo se siguen generando impagos y deuda. ¿Por qué? Porque tendrán que reconocer que esta es una crisis que se origina desde el mundo financiero, que dejan de prestarnos dinero y en el momento en el que no podemos devolver los créditos tenemos que empezar a recortar de todos los sitios para poder pagar y eso afecta a su vez al consumo y a la actividad económica que a su vez hace que caigan en picado los ingresos. De manera que por mucho que recortes, más te van a caer los ingresos. El 44% de los ingresos de una administración están directamente relacionados con sus gastos. Dejas de gastar, dejas de ingresar. Luego esto es un círculo vicioso que nos lleva simple y llanamente a una ruina para mucho tiempo; lo que podía ser un problema de cinco o seis años, se va a convertir en el problema de una generación y media.

¿Se han comprometido en alguna fecha para empezar a pagar a los ayuntamientos?

Ninguna, me temo lo peor. Me temo que estemos los últimos en la lista.

¿Y no pueden hacer nada los ayuntamientos?

La situación se va a poner muy difícil, el problema no son los ayuntamientos ni somos los alcaldes; en realidad los problemas son los ciudadanos y los trabajadores que están afectados por los impagos, que nos tienen de intermediarios pero realmente no podemos hacer nada. Nos tienen muy maniatados. La situación es muy preocupante y en algunos sitios yo creo que este otoño va a ser muy difícil para todo el mundo, si es que llegamos en condiciones. Me gustaría que aquí hubiera más fuerza y más coraje para discutir otro escenario con Madrid y con Bruselas y menos soberbia con los ciudadanos, con los médicos, farmacéuticos, profesores, universitarios… El Gobierno de Castilla-La Mancha no conoce la región, ni la conoce ni la siente y por tanto está interviniendo en Castilla-La Mancha como lo haría un gerente de Lehman Brothers, con el mismo corazón.

Desde el Partido Popular le acusan de falta de liderazgo y de radicalismo.

La señora Riolobos, que básicamente es la que dice eso, en realidad es una contratada del PSOE que la tenemos dentro del PP porque cada vez que sale hablando nos da votos y les quita credibilidad. Probablemente será la política con menos credibilidad de Castilla-La Mancha. Le he escuchado decir lo mismo de Molina, de Conde que de Cospedal. Que no se crea Cospedal que estos piropos son solo para ella, que ya los decía antes de Conde y de Molina.